África a los quince años – Bárbara Meneses

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África a los quince años.

Ala Delta: Serie Gris – 069

Bárbara Meneses tenía quince años cuando se le brindó una oportunidad excepcional: participar en una expedición a África. Pudo ver paisajes insólitos y conocer otras formas de vivir —a veces, más heroicas y auténticas que la nuestra—.

Aquello fue una verdadera aventura, cuyos protagonistas debieron mostrar la fuerza y el valor necesarios para superar las adversidades; y a la vez resultó una gran lección de convivencia.

Han pasado pocos años desde que Bárbara Meneses vivió lo que cuenta en el libro. No ha conseguido olvidar África, y regresa allí siempre que puede.

Introducción

¿CÓMO dices?… ¿Nos vamos a África?

No podía creer lo que oía… ¡Mi padre decidido a irse a África el verano siguiente!

Mi padre es una persona extraordinaria, «una máquina de parir ideas». Cuando algo se le ocurre, le salen chispas por los ojos. Pero, muchas veces, aunque las ideas sean buenas, como la de montar un criadero de cocodrilos en Madrid, termina olvidándolas, porque él es periodista y no cazador de cocodrilos.

Sin embargo, aquella vez supe que iba en serio. Su mirada era más profunda que de costumbre. Terminó su whisky y prosiguió…

—¿Qué os parece recorrer veinte mil kilómetros a través de África?

Annick, Anne-Isabelle y yo no dudamos un instante, y las caras se nos iluminaron de alegría. Después de tener en Radio Nacional, durante un año, un programa sobre aventura, ya era hora de que nos lanzáramos nosotros. Pero no veíamos cómo hacerlo sin dinero.

—Está clarísimo. Intentaremos hacerlo con TVE. Realizaremos un programa para los jóvenes españoles, mostrando África tal como la vean Bárbara y Anne-Isabelle, que tienen catorce y quince años.

¡Uau! Seguía sin creérmelo, pero mi padre parecía convencido: en vehículos todoterreno recorreríamos Marruecos, Argelia, Níger, Nigeria, Camerún, Gabón, Congo, Zaire, Sudán y Egipto. Partiríamos cuando terminaran las clases en el Liceo Francés y volveríamos tres meses más tarde. Creo que aquella noche de Navidad dormimos todos mal, soñando con las maravillas que viviríamos en África.


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