Domina la Comunicación No Violenta – Véronique Bronckart

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Los trucos para emplear la CNV en el ámbito laboral.

El método de la Comunicación No Violenta (CNV) sirve para encontrar respuestas constructivas a tus problemas relacionales. Comunicar de forma no violenta implica que el interlocutor demuestre empatía, compasión, cooperación y respeto hacia la persona a la que se dirige. Porque ¿de qué sirve reaccionar airadamente cuando surgen discrepancias en tu vida profesional? ¿No sería más agradable para todos comunicarnos en positivo y dejar a un lado la violencia?

¡Sal del círculo vicioso de las conversaciones dañinas, marcadas por la ira y la venganza, y comienza a ser consciente de tus sentimientos, de tus deseos y de tus actos! Esta guía te ayuda a favorecer la empatía, la comunicación y la comprensión para mejorar tus relaciones laborales, reducir el estrés y transformar el ambiente laboral. ¿A qué esperas para dominar la Comunicación No Violenta?

Te ofrecemos las claves para:

  • mejorar las relaciones profesionales;
  • reforzar la colaboración entre compañeros gracias a una comunicación comprensiva y empática y aumentar su motivación;
  • reducir tu estrés y aprender a expresar tus sentimientos y tus necesidades;
  • ganar autoconfianza y reafirmarte con serenidad;
  • etc.

¿Qué es la comunicación no violenta?

Comunicar de forma no violenta implica que el interlocutor demuestre empatía, compasión, cooperación y respeto hacia la persona a la que se dirige. Actúa con benevolencia hacia sí mismo y hacia los demás. El término «no-violencia» lo popularizó el movimiento de Gandhi (guía espiritual indio, 1869-1948) y en la época se refería al hecho de interaccionar con el otro sin hacerle daño. Esta noción se basa en dos postulados:

  • todos tenemos necesidades fundamentales;
  • todos somos capaces de mostrarnos benévolos con los demás.

La Comunicación No Violenta (CNV) es una marca registrada que reúne los conceptos y los métodos elaborados por el psicólogo estadounidense Marshall B. Rosenberg (1934-2015) en los años sesenta. La define como un modo de comunicación que asocia el lenguaje, la forma de pensar y las competencias en términos de comunicación, y que permite estar en consonancia con uno mismo. Comporta dos partes —el «yo» y el «otro»— y se organiza en torno a cuatro etapas ineludibles basadas en la observación, el sentimiento, la necesidad y la petición.


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