En La Chica de la Canción, Cat Kinsella, una agente de la Policía Metropolitana de Londres, se ve envuelta en una intrigante trama que conecta un oscuro secreto familiar con un reciente asesinato. La historia se remonta al verano de 1998, cuando Cat, siendo solo una niña, presencia a su padre coqueteando con Maryanne Doyle, una joven de diecisiete años que desaparece poco después. La negativa de su padre a reconocer su relación con Maryanne marca un quiebre en la conexión entre ellos.
Dieciocho años después, Cat se encuentra investigando un asesinato en King’s Cross, y el cuerpo de la víctima, Alice Lapaine, está vinculado de alguna manera con Maryanne Doyle, quien aún sigue desaparecida. Sorprendentemente, el lugar del crimen es cercano al pub que ahora regenta el padre de Cat. Este descubrimiento provoca que resurjan los temores y dudas sobre la posible implicación de su padre en los eventos del pasado.
Determinada a enfrentar la verdad sobre lo que sucedió con Maryanne y a descubrir la conexión entre los dos casos, Cat se embarca en una investigación que la llevará a desentrañar secretos ocultos durante años. A medida que escarba en el pasado, Cat se encuentra con revelaciones perturbadoras y verdades incómodas que desafían su percepción de la realidad y la lealtad familiar.
La Chica de la Canción se convierte así en un thriller absorbente donde el pasado y el presente se entrelazan de manera inesperada. La protagonista se ve obligada a confrontar los misterios no resueltos de su infancia mientras lucha por mantener su profesionalismo como agente de policía. La novela plantea preguntas impactantes sobre la verdad, la lealtad y la complejidad de las relaciones familiares, llevando a los lectores por un emocionante viaje a través de los giros y vueltas de un misterio que se remonta a décadas atrás.
