Esta novela obtuvo el Premio «Ciudad de México» el año que fue publicada por primera vez (1950). Es la vida amarga de los toreros aspirantes a figuras; sin embargo, es una de las pocas novelas de Luis Spota que tienen un «final feliz», desenlace de una transformación radical de la situación inicial y en donde el sacrificio más alto se impone como exigencia.
Novela de las preferidas por el público gracias a su celebérrimo empleo del lenguaje taurino, que exitosamente devela las entrañas de esa fiesta tan controvertida como un vehículo crítico de cuestionamiento social. Más cornadas da el hambre es de las primeras novelas de Spota y, por tanto, responde a características muy precisas: pocos personajes, tiempo narrativo limitado y un empleo de recursos estilísticos muy constreñidos y casi sencillos.
La gran influencia del quehacer periodístico se hace presente, y en su descripción del mosaico social destaca sus aspectos más atractivos y denuncia la inmoralidad y la corrupción imperantes. Ortega, el torero protagonista, es así un prototipo de la época y en él inciden las constantes de una sociedad desbordante y opresiva.
Por primera vez aparecen los recursos estilísticos que harán famoso a Spota, sobre todo con La costumbre del poder: la alternancia de escenas y de personajes en donde las situaciones y las vidas paralelas enriquecen las posibilidades denotativas del relato.
Sobre el Autor:
Luis Spota nació en México, D. F., en 1925. Su brillante experiencia periodística lo llevó a convertirse en el novelista mexicano más leído. De su trilogía La costumbre del poder (Retrato hablado [1975], Palabras mayores [1975] y Sobre la marcha [1976], publicada por Grijalbo), ha vendido más de 300 mil ejemplares hasta la fecha. Ha sido traducido a muchas lenguas.
