Seis jóvenes comparten un piso en Barcelona y sus habitaciones vibran como colmenas. En cada una de ellas se cuecen actividades tan inquietantes y turbias como la escritura de una novela pornográfica, el deseo frustrado de autocastración o el desarrollo de diseños para la demoscene, subcultura informática artística.
Sus espacios privados son arquitecturas blancas donde se explora el territorio de los cuerpos, de la mente y de la infancia. Mirillas hacia lo abyecto y hacia el decir, que los conecta al proceso de creación de un videojuego de culto poco conocido y pronto eliminado de la red a causa de su retorcido y polémico contenido, considerado por quienes obtuvieron un limitado acceso como una puesta en escena inmoral o un ejercicio poético.
Sobre el Autor:
Mónica Ojeda Franco (Guayaquil, 1988) es una escritora ecuatoriana de poesía, novelas y relatos, considerada como una de las novelistas más relevantes de la literatura latinoamericana contemporánea, formando parte de la prestigiosa lista de Bogotá 39-2017, que recoge a los 39 escritores latinoamericanos menores de 40 años con más talento y proyección de la década.
Desde corta edad se sintió atraída a la literatura, por lo que a partir de los trece años empezó a participar y ganar en varios concursos intercolegiales de relatos. Realizó sus estudios superiores en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, donde obtuvo el título de licenciada en comunicación social con mención en literatura y donde luego dio clases de la misma materia. Posteriormente cursó un máster en Creación Literaria y en Teoría y Crítica de la Cultura en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
De sus obras narrativas destacan las novelas, La desfiguración Silva (2015), publicada tras haber conseguido el Premio Alba Narrativa del 2014,Nefando (2016), con que logró una mención de honor del Premio de Novela Corta Miguel Donoso Pareja y que además fue incluida como una de las diez obras representativas del «nuevo boom de la literatura latinoamericana» por el diario español El País, y Mandíbula (2018), que llegó a ser finalista del Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa en su edición de ese año.
Dentro de su prosa breve destacan el cuento Caninos (2017) y el recopilatorio de relatos Las voladoras (2020). Mientras que en el ámbito poético ha publicado los libros El ciclo de las piedras (2015), con que obtuvo el Premio Nacional de Poesía Desembarco de ese año, e Historia de la leche (2019).
Su composición en general está marcada por la exploración poética de emociones ligadas al miedo, el dolor y la perversidad, particularmente.
