En la oscuridad de la noche se oyó un leve ruidito y el señor Lexington P. Grover se despertó un tanto sobresaltado.
Su esposa, que dormía junto a él, notó sus movimientos y se despertó también.
En la oscuridad de la noche se oyó un leve ruidito y el señor Lexington P. Grover se despertó un tanto sobresaltado.
Su esposa, que dormía junto a él, notó sus movimientos y se despertó también.