Siete años en el Tíbet – Heinrich Harrer

No, no se trata de una de esas novelas que se perpetran después de los grandes taquillazos de Hollywood. Siete años en el Tíbet nos sumerge en una apasionante odisea a través de la cordillera del Himalaya entre 1939 y 1951, cuatro años más allá del título, cuando la expedición alemana de Heinrich Harrer se ve interrumpida por la Segunda Guerra Mundial y los británicos los retienen en un campo de prisioneros en la India.

Después de un fallido intento de fuga, Harrer y su compañero Peter Aufschnaiter emprenden una asombrosa travesía a pie a través de las estribaciones meridionales del Himalaya, alcanzando finalmente territorio tibetano. A pesar de la inicial negativa de las autoridades tibetanas a otorgarles asilo, los viajeros alemanes, con ingenio y perseverancia, logran retrasar su partida, sumergiéndose en la compleja burocracia tibetana.

El relato nos transporta a través de un viaje épico marcado por robos, tempestades y temperaturas extremas, revelando la extraordinaria tenacidad de Harrer y Aufschnaiter. Llegando a Lhasa, la capital tibetana, se les permite quedarse, ganándose una posición privilegiada entre la nobleza local gracias a su experiencia como ingenieros. Su presencia introduce avances tecnológicos occidentales en la tradicional sociedad tibetana, mientras son testigos de la vida cotidiana y los fastos de un estado feudal destinado a desaparecer.

El valor etnográfico del libro se destaca en la meticulosa descripción de la vida en el Tíbet, desde sus costumbres hasta los encuentros del autor con el Dalai Lama, entonces un joven adolescente. Sin embargo, la invasión china a finales de 1950 marca un abrupto final a este periodo de convivencia, cambiando el curso de la historia y llevando al lector a reflexionar sobre la efímera naturaleza de los mundos aislados en medio de la cambiante realidad geopolítica.