Author: Corín Tellado

Un marido por apuesta – Corín Tellado

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He pasado el mes de agosto en un pueblecito de la costa asturiana. Estuve veraneando. Allí conocí a una familia que, como yo, disfrutaba de las grandes ventajas del mes de agosto. Nos hicimos amigos. Éramos vecinos y, un día, hablándole de mi trabajo (ella ignoraba que yo escribía), me refirió su historia. La consideré digna de que mis lectoras la conocieran y le pedí permiso para publicarla con nombres supuestos, lugares supuestos, etc.,...

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Un consuelo para ti – Corín Tellado

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Fernando Gil —fuerte, no muy alto, treinta y seis años, químico de profesión—, detuvo el auto, lo aparcó en una esquina de la calle y saltó a la acera. Sin mirar a parte alguna atravesó la calle, empujó la puerta encristalada de una cafetería de moda y entró con aquel aire de persona reposada, desenvuelta, que no teme encontrarse con enemigo alguno. Miró a un lado y otro y de súbito sus labios se...

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Tú eres para mí – Corín Tellado

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Maud y Sandra Marshall entraron en el comedor particular, situado junto a la cocina, y mientras Maud asomaba la cabeza por la puerta, Sandra dejándose caer ante la mesa. Maud vestía un pijama negro y una bata oscura. Su cabello era rubio y lo llevaba enroscado en unos moñitos ridículos. Tenía veintidós años y unos ojos azules, sin expresión definida… Su hermana Sandra vestía también pijama, de un color verde chillón, y una bata...

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Surgió el amor – Corín Tellado

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—Tú le convencerás, mamita. —Pero si es que ya traté de hacerlo, hija mía, y se enfadó muchísimo. Aduce, y tiene razón, que eres nuestra única hija, que desea verte en casa siempre que regresa de la clínica, que eres como un sedante para su fatiga… Esther se estremeció. Era una muchacha esbelta, no muy alta, de breve talle y espigada figura. Contaba la bonita edad de dieciocho años y sus padres nunca le...

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Mi querida rebelde – Corín Tellado

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—Curioso en verdad. Fea, delgaducha, y con unos horribles zapatos bajos, pero… ¡diantre!, qué ojos más impasibles y qué boca más desdeñosa y qué… —Oye, oye… —Original. Un temperamento diferente, Javier. ¿Te fijaste en sus manos? Nunca vi manos más bonitas, y además bebe blanco y con sus uñas pela las gambas… Una chica que me gusta. —A pesar de que la llamaste fea. —Y lo es. Muy joven, sin duda… ¡Camarero! —llamó súbitamente....

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Las inquietudes de Patricia – Corín Tellado

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—Se llama Hugh Perkins, de origen canadiense. Su padre fue un jardinero de tu castillo, pero el hijo nació con la energía suficiente pata detestar el servilismo y se emancipó de tal modo que hoy dicen —yo no sé si es cierto— que posee centenares de millones de dólares. Ya ves que digo centenares, no se trata de un millón o dos, ¿eh? Al referirse a Hugh Perkins, todos inclinan la cabeza. Aparte de...

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La encontré en mi camino – Corín Tellado

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Oliver se echó a reír de buena gana. Myrna se quedó impasible. —¿Una india? ¿Y por qué, mamá? —No lo sé. No me dice por qué ni qué intenciones son las suyas. Únicamente me pide que me prepare a recibir a una hija más… y estoy dispuesta. Al fin, Myrna salió de su altiva apatía. —¿Una hija más? —desdeñó desde la altura de sus doce años—. Una india es de distinta raza y no...

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El compromiso de Ana – Corín Tellado

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—He dicho que me escuches, Ana —tronó. Y Ana, que nunca le había visto tan enfadado, se menguó en la butaca y se hinchó de resignación. —Aquella simplísima compañía se convirtió, al cabo de los años, en una empresa importante, compuesta de quince barcos trasatlánticos. Y esta compañía pertenece mitad por mitad a los Espinosa y a los Segura. Cuando tú naciste, el hijo de Espinosa tenía diez años, y acordamos entre las dos...

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Deseo un millonario – Corín Tellado

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—Es demasiado, papá —dijo Hugh al fin. El señor Fleming se agitó cual si lo sacudiera un vendaval. —¿Demasiado? ¿Has dicho demasiado? Es muy poco para lo que te mereces —gritó, alzando el brazo y sacudiéndolo vigorosamente—. Muy poco, ¿me entiendes? Te he perdonado muchas, pero por mi sangre te aseguro que esta no te la perdono. Vas a aprender a trabajar o, de lo contrario, sales con tu saquito al hombro y a...

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